Se acercan las celebraciones por la independencia de México y aunque debería tratarse de una fecha llena de júbilo y alegría, existen muchas personas que suelen confundir el objetivo y terminan por causarse daños innecesarios y poner en peligro a quienes se encuentran a su alrededor, por lo cual es conveniente que hables con tus pacientes para evitar que ellos sean quienes presenten este tipo de problemas.
En primera instancia, los fuegos artificiales que se acostumbran utilizar en este tipo de celebraciones como espectáculos visuales no son recomendables porque no sólo se aumenta el riesgo de sufrir quemaduras en el cuerpo sino que su contenido atenta contra la salud.
Para tener una idea más clara, los fuegos artificiales contienen monóxido de carbono y partículas suspendidas que tardan hasta 3 días en disiparse, siendo el principal problema que durante este período de tiempo desprenden sustancias peligrosas para la salud, por lo cual representan un riesgo para el sistema respiratorio de quienes las respiren.
En ese sentido, los juegos pirotécnicos no son recomendables para personas con problemas cardiovasculares porque debido a la intensidad de los sonidos que provocan, aumentan los niveles de estrés y ansiedad, lo que al final aumenta el riesgo de sufrir un paro cardíaco.
Finalmente, aunque una parte importante de las fiestas de independencia es la comida típica, los alimentos siempre se deben de consumir con moderación por el riesgo latente de obesidad que existe en nuestro país, además de evitar sufrir de problemas estomacales que conviertan una fiesta nacional en una fecha llena de tristeza.