Dentro del campo de la salud, el trabajo en equipo es fundamental. Al lado de un médico siempre debe existir personal de enfermería capacitado para ofrecer la mejor atención posible al paciente. Es gracias a las acciones colaborativas que se obtienen los mejores resultados.
En ese sentido, apenas hace unos días el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) expuso uno de sus problemas. Dentro de su plantilla actual existe un déficit de 95 mil 381 enfermeras. La situación es preocupante si se toma en cuenta que actualmente existen poco más de 13 millones de derechohabientes.
Pero en realidad el problema es general y afecta a todo el sistema de salud pública del país. Para poner en contexto, se deben considerar las cifras oficiales, En el censo del 2015 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) se dio a conocer que existen 475 mil 295 profesionales de la Enfermería en México. Esto indica que por cada mil habitantes hay 3.9 enfermeras. La proporción resulta preocupante porque la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que existan al menos 6 enfermeras por cada mil personas.
Pocas enfermeras y mal distribuidas
De esta manera, para alcanzar la cifra especificada por el máximo organismo de salud, nuestro país requiere de 255 mil enfermeras que se sumen al personal actual. Mientras que la mayoría sólo hace énfasis en la falta de médicos, es claro que otras áreas muestran el mismo problema.
Finalmente, no sólo se trata del bajo número de enfermeras sino que están mal distribuidas en el país. Mientras que hospitales de grandes ciudades cumplen con la media de enfermeras por habitantes, en zonas rurales el problema es todavía mayor.