Seguramente has escuchado al menos una vez el término Inteligencia Artificial (IA), pues se trata de una de las opciones que existen para aprovechar los avances más recientes y así facilitar diversas labores. Su existencia puede pasar desapercibida, pero desde el momento en que realizas una búsqueda en Google y la computadora te muestra opciones de tu interés es que puedes detectar su uso.
Al respecto, la inteligencia artificial no sólo se ha enfocado en el entretenimiento, sino que también es común el desarrollo de equipos y dispositivos enfocados al campo de la salud para hacer las labores del médico más sencillas, en un menor tiempo y con una mayor precisión; sin embargo, no siempre ocurre así porque también han generado aspectos negativos como los que mencionamos a continuación.
Costos elevados
- Aunque es algo natural, cuando un producto sale al mercado presenta un precio demasiado elevado y conforme pasan los años se vuelve accesible. Piensa en las televisiones que en un principio eran objetos de lujo y hoy son bastante económicas. Algo similar ocurre con los equipos médicos que incorporan la IA porque la realidad es que no están al alcance de cualquier y mientras más reciente sea, su costo es mayor.
Alta complejidad
- Otra de las desventajas de la IA es que suelen ser complejos de emplear para personas que no están familiarizadas con la tecnología o al menos con el uso cotidiano de las computadoras. En ese sentido, pese a que su objetivo es facilitar las labores del médico, no están diseñados para que cualquiera los pueda emplear.
Pérdida de empatía
- Los chatbots se han convertido en uno de los mayores avances tecnológicos que incorporan la IA y cada vez son más empleados en consultorios médicos, pero la parte negativa y que muchos pacientes han notado es que se pierde la empatía de tratar con un humano y ahora las conversaciones son frías y artificiales.