Tan sólo en 2017 cerca de 48 mil personas murieron en los Estados Unidos a causa de una sobredosis de opioides, esto de acuerdo con estadísticas del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Ante la alarma que ha surgido por el uso excesivo de estos fármacos en la industria de la salud, la marihuana se ha posicionado como una alternativa médica.
Cada vez son más los estados de la Unión Americana que han optado por legalizar el consumo de la marihuana medicinal para la reducción del dolor en lugar de los fármacos opioides tradicionales. Para este año, ya son 30 las entidades que permiten el uso de la hierba como tratamiento terapéutico. La última entidad en sumarse a esta tendencia fue Illinois, a finales de este agosto.
Mientras que la tendencia de despenalización de la marihuana sigue en aumento, múltiples investigaciones han apuntado que el uso medicinal y recreativo de esta droga permite una reducción en las recetas y muertes por opioides. Hefei Wen, profesora de la Universidad de Kentucky, comentó a BBC que este uso podría ser hasta 12 por ciento menor:
Encontramos que la implementación de leyes favorables al uso de la marihuana medicinal está asociada a una caída del seis por ciento en las recetas de opioides del Medicaid. La aplicación de leyes favorables al uso recreativo de la marihuana, que se dio en todos los casos en estados donde ya permitían cannabis medicinal, estuvo asociado a una disminución de seis por ciento adicional en las recetas médicas de opioides.
Aunque los resultados de estos estudios indican únicamente correlación y no causalidad, organizaciones civiles (como Drug Policy Alliance) ya han comenzado a utilizar los descubrimientos de estas investigaciones para impulsar reformas federales para legalizar el uso de la marihuana. Incluso, estas asociaciones afirman que la cannabis puede reducir el síndrome de abstinencia causado por los opioides, así como potenciar sus efectos analgésicos.
Otros grupos de investigadores han solicitado la realización de estudios más estrictos antes de defender la marihuana medicinal y recreacional como la solución a la crisis de opioides. Especialistas de la Universidad de Columbia han expresado que, aun si se comprueba la causalidad, la cannabis no puede sustituir otras medidas, como los centros de tratamiento para las adicciones.