En junio de este año Estados Unidos declaró una guerra masiva de comunicación en contra de los opioides. El abuso de este tipo de analgésicos ha generado importantes problemas de salud en la población norteamericana, al grado que más de 64 mil personas fallecieron por estos fármacos únicamente en 2016.
Ahora, un estudio publicado en la revista Annals of Internal Medicine asegura que cerca del 30 por ciento de todas las prescripciones de opioides (poco menos de una tercera parte) carecen de una razón clínica que justifique su uso. Los investigadores, miembros de RAND Corporation y la Escuela de Medicina de Harvard, afirman que el uso de estos fármacos en EE.UU. se ha incrementado exponencialmente a lo largo de las últimas dos décadas, muy por encima de la prevalencia de dolor.
Los investigadores estiman que, de las 809 millones de consultas que se analizaron en 10 años, dos terceras partes de las prescripciones de opioides se utilizaron para dolores no-relacionados con el cáncer, apenas 5 por ciento para casos de tumores malignos y en el 28.5 por ciento restante ni siquiera había registro que la persona hubiera declarado sentir dolor o molestia.
Tisamarie B. Sherry, autora líder del estudio y miembro de RAND, afirmó a CNN que para casi 3 de cada 10 consultas, no se puede comprobar por qué el médico recetó una terapia de opioides, mucho menos si fue justificada. Los datos, obtenidos de la Encuesta Nacional Ambulatoria de Cuidados Médicos de 2006 a 2015, lleva a concluir que estas acciones responden o a una actitud por completo inapropiada o a una documentación demasiado relajada en los centros de salud.
Si un doctor no documenta una razón medica para prescribir terapia de opioides, puede significar que su decisión no sea clínicamente adecuada. Pero también podría ser que el doctor simplemente olvidó escribir la justificación médica por restricciones de tiempo, sobrepoblación hospitalaria o sistemas de documentación complejos. [No podemos asumir que estas acciones] indiquen un propósito maligno de parte del profesional de salud.
A pesar de las afirmaciones de Sherry, sí se ha comprobado que varios médicos sí han realizado prescripciones de opioides inapropiadas por motivos económicos. En julio pasado, el Departamento de Justicia de Estados Unidos acusó a 76 profesionales de la salud de falsificar facturas y facilitar la distribución de estos narcóticos entre sus pacientes.