A mediados de 2016 la población de Reino Unido participó en un referendum para decidir si deseaban seguir siendo parte del la Unión Europea o preferían salir del acuerdo económico que actualmente integra a 28 países. Como resultado de la consulta se decidió abandonar el tratado continental.
De tal modo la sociedad británica eligió separarse de la Unión Europea (proceso conocido como Brexit) y aunque las medidas se implementarán de forma paulatina, será a partir del 30 de marzo del próximo año cuando éstas entrarán en vigor por completo. Como resultado de lo anterior se prevén profundos impactos comerciales en diversos sectores, siendo el farmacéutico uno de los más afectados.
Al respecto, para tener una idea del impacto que provocará el Brexit, la Agencia Europea del Medicamento (EMA) estima que las compañías farmacéuticas deberán gastar hasta 115 millones de euros (aproximadamente 2 mil 500 millones de pesos) por esta decisión.
¿Cuáles son los motivos?
Lo anterior es debido a que las compañías deben realizar trámites legales para poder continuar con la distribución de sus medicamentos en el Reino Unido, así como la transferencia de pruebas de productos y licencias a otros países y el cambio de los procedimientos de gestión de ensayos clínicos.
De igual forma se debe de considerar el temor que ha provocado el Brexit entre los médicos ingleses debido a que existe una fuerte cantidad de profesionales extranjeros que radican en la nación británica y ahora podrían perder sus trabajos.
Adicionalmente, se debe de considerar que hasta este momento la sede de la EMA se ubica en el Reino Unido, pero a raíz del Brextit se decidió trasladar su sede a Amsterdam, por lo cual una decisión política tan importante tendrá un severo efecto dentro del sector farmacéutico en Europa.