En 2016, se calculó que el gasto nacional en salud es de aproximadamente 6.2 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). Una buena parte de esta inversión la realizan tanto los individuos como los gobiernos (estatales y el federal) para la adquisición de medicamentos, tratamientos y otros productos de las farmacéuticas para completar el cuidado.
Sin embargo, este sexenio amenaza con cerrar con una considerable deuda a las farmacéuticas por parte del gobierno, de 6 mil 172 millones de pesos (mdp) por la adquisición de medicamentos. Así lo afirmó Dagoberto Cortés, presidente de la Asociación Nacional de Fabricantes de Medicamentos (Anafam). Aunque admitió que cada final de administración permanece un adeudo público en este rubro, en esta ocasión su nivel es desproporcionado.
Cortés afirmó en una entrevista con Reforma que el monto se le debe a la Asociación Nacional de Distribuidores de Insumos para la Salud (ANDIS). Esta organización teme que los exagerados adeudos de gobierno pongan en riesgo a pequeñas y medianas empresas (PyMEs) farmacéuticas. Apuntó también que la deuda corresponde tanto a saldos pendientes de 2016 y 2017 como a compras realizadas en 2018.
Se ha detallado que el 70 por ciento de la deuda a farmacéuticas corresponde exclusivamente a medicamentos, mientras que el otro 30 por ciento restante se le puede adjudicar a dispositivos médicos y materiales para la curación, como lo son tiras reactivas, gasas, jeringas y aparatos para medir la presión arterial o la glucosa.
Entre las instituciones morosas que más adeudan a las farmacéuticas está el Instituto Mexicano de Seguro Social (IMSS), con un saldo de 2 mil 586 mdp. De cerca sigue el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), con 2 mil 155 mdp. El Estado de México, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Secretaría de Marina (Semar) también deben 405, 234, 69 y 1.7 mdp respectivamente.
Aunque ha habido conversaciones en la ANDIS y la Anafam para suspender el suministro de medicinas a las instituciones, las farmacéuticas reiteraron su compromiso de continuar vendiendo sus productos a los diferentes niveles y dependencias de gobierno. Sin embargo, sí pidieron a las organizaciones contemplar en sus próximos presupuestos el saldo de esta deuda.