Como médico eres consciente de lo delicado y complicado que resulta el cuidado de la salud cardiaca de tus pacientes. Afortunadamente, gracias al desarrollo de la tecnología cada vez contamos con más y mejores herramientas, las cuales facilitan la labor de los profesionales de la salud, permitiéndoles actuar de forma más rápida y evitando así posibles complicaciones.
En ese sentido, científicos de la Universidad Nacional Australiana (ANU) se encuentran en la fase final de un novedoso dispositivo bio-óptico pensado para los cardiólogos, cuya principal característica consiste en poder detectar la formación de coágulos sanguíneos en los pacientes, además de ayudar a prevenir derrames cerebrales y ataques al corazón.
Al respecto, el Dr. Steve Lee, uno de los líderes del proyecto, explicó el funcionamiento y las ventajas que ofrecerá este nuevo dispositivo.
Gracias a esta innovación podemos crear y cuantificar la formación de coágulos en una vista 3D a partir de una muestra de sangre sin ningún tipo de etiquetado como fluorescencia o radiotrazador. Respecto a su funcionamiento, el dispositivo cuenta con la capacidad de simular un vaso sanguíneo dañado, lo que le permite crear un holograma digital a partir de un coágulo microscópico en menos de un segundo mediante la medición del tiempo que tarda la luz en viajar a través de este coágulo.
Por su parte, gracias a la predicción de la formación de coágulos sanguíneos, se estima que el dispositivo pueda ser empleado en pacientes que corran el riesgo de contraer un ataque cardíaco o apoplejías.