Uno de los grandes objetivos de salud en México consiste en alcanzar la universalización de la salud. En torno a este tema, incluso Jorge Alcocer, quien será el próximo titular de la Secretaría de Salud (SSa), ha dejado en claro que dentro de su plan de trabajo se encuentra el ofrecer atención y medicamentos gratuitos para todos los mexicanos.
Pese a lo anterior, el reciente informe titulado Derechos Humanos y Pobreza elaborado por la organización Acción Ciudadana Frente a la Pobreza y la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) resulta poco alentador, pues señala que actualmente existen 68 millones de mexicanos que no cuentan con seguridad social o requieren de pagar para recibir atención médica.
Los principales problemas del sector salud
Al respecto, el trabajo especifica que los grupos más afectados son los adultos mayores y las personas con discapacidad, pues a nivel nacional se calcula que el 69 por ciento de los mexicanos de más de 60 años no tienen un ingreso básico garantizado al no estar pensionados ante instituciones como el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) o el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE). A su vez, el 65 por ciento de los mexicanos con alguna discapacidad no reciben apoyo financiero de los programas sociales a los cuales tienen derecho.
De esta manera, el informe detalla que, pese a las cifras de derechohabientes del IMSS, ISSSTE y el Seguro Popular, el principal problema es que existen personas que se encuentran afiliadas ante 2 o más instituciones y eso provoca que se dupliquen las cifras, lo que al final provoca que cerca de la mitad de los mexicanos no cuenten con atención médica gratuita.
Finalmente, el documenta añade que el principal problema del Seguro Popular es que pese a contar con cerca de 57 millones de afiliados, el catálogo de enfermedades que cubre es bastante limitado y muchos de los pacientes deben atenderse en el sector privado.
¿México puede pensar en la universalización de la salud?
Con todos estos elementos vale la pena preguntarse si realmente México cuenta con las herramientas suficientes para pensar en la universalización de la salud, la cual algunos especialistas han coincidido en que requiere de un proceso de al menos una década para concretarse y una inversión financiera de 915 mil millones de pesos.