La organización británica Cancer Research estima que cerca del 28 por ciento de los pacientes de cáncer, sin importar el tipo, utilizan quimioterapias como un método paliativo o curativo. Otro 27 por ciento utiliza radioterapias para el mismo fin. Esto significa que la amplia mayoría de las personas son sometidas a tratamientos poco específicos para eliminar las células cancerígenas, un enfoque que genera una gran cantidad de efectos adversos.
Una solución ha sido propuesta por un grupo de investigación conjunto de Reino Unido y Rusia. Los científicos proponen el uso de nanoMIPs (polímeros nanométricos molecularmente grabados), anticuerpos plásticos diseñados específicamente para unirse a proteínas particulares, como un método para aplicar tratamiento anti-cáncer solo a las células cancerígenas.
El estudio fue publicado en la revista Nanoletters por el líder de la investigación, Nickolai Barlev. El científico, líder del Laboratorio de Regulación de Señales Celulares del Instituto de Física y Tecnología de Moscú (MIPT), afirma que la estructura tridimensional de los nanoMIPs les permite ligarse únicamente a tipos específicos de proteína, lo que aumenta la precisión de los tratamientos contra células cancerígenas.
Además, contrario a los anticuerpos naturales, estos nanoMIPs pueden llevar consigo agentes que destruyan a las células cancerígenas cuando se liguen a ellas. Así, el tratamiento tendría menos efectos adversos porque no se tendría que suministrar una terapia nociva para todo el entorno celular. Su desarrollo podría aplicarse contra tumores relacionados con cáncer de mama, colon, pulmón y cerebro, ya que ataca al Receptor del Factor de Crecimiento Epidérmico (EGFR).
Comparado con otras opciones farmacéuticas de anticuerpos, Barlev afirma que la alternativa de su equipo de investigación es mucho más económica, ya que su proceso de producción solo requiere sintetizar los nanoMIPs en la presencia de la proteína objetivo para que se pueda grabar su especificidad contra las células cancerígenas.
Además, afirma que su opción es mucho mejor en el largo plazo, ya que los anticuerpos sintéticos no son tan inestables como sus contrapartes convencionales y no se ven afectados por la temperatura o acidez del entorno. En el futuro, se espera experimentar con propiedades ferromagnéticas para expandir el uso de su método contra células cancerígenas.