Las enfermedades crónico-degenerativas representan una carga bastante significativa para los hospitales del Estado de México. Así lo dio a conocer el titular de la Secretaría e Instituto de Salud del Edomex (ISEM), Gabriel O’Shea Cuevas, quien afirmó que alrededor del 60 por ciento de las camas en los centros de salud de la entidad se encuentran ocupadas por personas con estos “padecimientos de primer mundo”.
O’Shea Cuevas afirmó que alrededor del 40 por ciento del presupuesto de salud en el Edomex se destina al tratamiento de las enfermedades crónico-degenerativas, características de países desarrollados y que se han vuelto también causas de muerte en el estado por la transición epidemiológica que se ha vivido en la entidad.
Cuando revisamos las causas de fallecimiento de los mexiquenses nos encontramos que son las enfermedades cardiovasculares, diabetes y obesidad, así como cáncer en sus diversos tipos. Hoy atendemos enfermedades de primer mundo mientras antes veíamos padecimientos generados por la pobreza. A los mexiquenses los matan hoy enfermedades muy caras que representan un gran gasto para las instituciones de salud. Eso debe cambiar.
Entre las principales causas de muerte en México, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), se encuentran enfermedades crónico-degenerativas como diabetes, cáncer y padecimientos cardiovasculares. En conjunto, estas complicaciones representan alrededor de la mitad de los fallecimientos anuales.
Tanto el titular del ISEM como el propuesto futuro titular de la Secretaría de Salud federal (SSa) para el próximo sexenio, Jorge Alcocer, han propuesto el modelo de prevención como la opción para reducir el número de muertes por enfermedades crónico-degenerativas. De hecho, el futuro funcionario ha prometido que este enfoque será de sus primeras acciones durante su gestión.
En marzo pasado, José Narro Robles, actual titular de la SSa, afirmó que únicamente en vacunación para la diabetes (una de las enfermedades crónico-degenerativas con mayor incidencia en México), la administración federal ha invertido 32 millones de pesos en el primer trimestre de 2018.