Convertirse en médico no es una labor nada sencilla. No sólo se trata de una de las profesiones más disputadas en nuestro país, sino que además requiere de varios años en la Facultad de Medicina antes de poder adquirir los conocimientos necesarios para poder brindar la atención necesaria a los pacientes. Incluso una vez que has egresado de las instituciones educativas aparece un nuevo inconveniente, pues existen muchos tópicos que nunca son enseñados en las aulas y que te ves forzado a aprender a través de la práctica diaria.
Una de las habilidades indispensables con las que todo médico debe de contar en la actualidad, pero que rara vez es abordada en las aulas, es la empatía médica. Si bien los estudiantes reciben indicaciones sobre como reconocer los síntomas de diferentes enfermedades y qué medicamentos recetar en cada caso, mostrar la forma en que se debe actuar para humanizar una consulta, reducir el estrés en el paciente e incrementar la confianza no resulta tan sencillo.
Relacionado con el tópico anterior, otro tema que suele ser obviado en las escuelas de Medicina tiene que ver con la manera correcta de dar a conocer malas noticias o diagnósticos adversos a los pacientes. Si bien esto puede no ser tan frecuente, es bastante probable que debas hacerlo alguna vez a lo largo de tu carrera profesional, siendo una duda bastante recurrente la forma correcta de hacerlo.
En ese mismo sentido, si en alguna ocasión llegas a sufrir el fallecimiento de alguno de tus pacientes, lo más doloroso es que tu vida profesional debe continuar y de manera inmediata te debes de reponer para continuar atendiendo a más pacientes.
Los anteriores son tan sólo algunos puntos que aprendes con la práctica y no necesariamente en un salón de clases, ¿tú cuáles otros recuerdas?