Aunque en un inicio los opioides fueron concebidos para mitigar los dolores de diversas enfermedades en los pacientes, con el paso del tiempo su consumo se transformó por completo hasta convertirse en la droga que provoca más muertes a nivel mundial y en especial en Estados Unidos se ha registrado un abuso descomunal en todos los sectores de la población.
Para entender de mejor manera este problema, un reciente informe de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) mostró la forma alarmante en que se ha incrementado el consumo de opioides entre 1999 y 2014 en las mujeres embarazadas de la nación.
El trabajo dio a conocer que la tasa de mujeres que sufren de adicción a los opioides cuando llegan al hospital para dar a luz pasó de 1.5 por cada mil casos en 1999 a la cifra histórica de 6.5 por cada mil casos en el 2014, aunque en el documento no se especifica los tipos de opiáceos involucrados.
Lo anterior resulta demasiado grave debido a que los riesgos de mortalidad materna e infantil, además de nacimiento prematuro, se incrementan de forma considerablemente en este tipo de situaciones. De igual manera, los bebés nacidos de mujeres que abusaron del consumo de opioides durante el embarazo suelen presentar diversos problemas a lo largo de sus vidas e inclusive se teme que puedan desarrollar la misma adicción que sus madres.
Por todo lo anterior, la máxima recomendación de las autoridades a los médicos es siempre vigilar la cantidad de opiáceos que le recetan a sus pacientes e inclusive, si es posible, evitar su consumo para lograr combatir este grave problema.