De acuerdo con estimaciones del Centro Nacional de Transplantes (Cenatra), en México existen 382 personas a la espera de recibir un transplante de hígado. En lo que va de 2018, se han realizado con éxito 125 operaciones, es decir, menos del 25 por ciento de las personas que necesitaban una donación de este órgano a principio del año lo han recibido. No obstante, gracias a un nuevo tratamiento, esta cifra podría cambiar radicalmente, pues se podrían comenzar a utilizar órganos infectados con hepatitis C en este tipo de procedimientos.
Este año, The Cleveland Clinic inició un programa de trasplante de órganos infectados con el virus de la hepatitis C, para demostrar la posibilidad de utilizarlos como una alternativa para personas en espera de recibir una donación. De acuerdo con la institución de salud, es posible realizar un tratamiento que elimine la enfermedad poco tiempo después de realizar el procedimiento quirúrgico sin que la salud del receptor se vea comprometida.
Narayanan Menon, director médico de The Cleveland Clinic, aseguró que este tratamiento contra la hepatitis C en hígados infectados puede ayudar a resolver la falta de órganos disponibles en el sistema de salud:
Tenemos una manera segura e innovadora de proporcionar acceso a un recurso limitado, ampliar el conjunto de donantes y proporcionar resultados de calidad para nuestros pacientes de transplante.
El tratamiento no sólo sirve para eliminar los rastros del virus de hepatitis C en hígados infectados, también se ha colocado como una alternativa para realizar transplantes de otros órganos afectados por la enfermedad, como corazones y riñones. En lo que va del año, The Cleveland Clinic ha realizado 44 operaciones con este método en los Estados Unidos.
De acuerdo con Menon, todos los pacientes que han recibido órganos infectados con hepatitis C han desarrollado el virus y, después de haber sido diagnosticados, recibieron tratamientos con antivirales de acción directa. Tras 12 semanas, los individuos consiguieron curarse completamente.
Se espera que, con este tratamiento, el transplante de órganos infectados con hepatitis C se vuelva tan rutinario como las operaciones con órganos afectadas por el virus de la hepatitis B. A pesar de lo anterior, el director afirma que este nuevo procedimiento, aunque se ha probado efectivo, no está desprovisto de riesgos.
Afirma que la tasa de curación efectiva con antivirales de acción directa es de 98 por ciento, pero se necesita una revisión cuidadosa de las condiciones de los receptores para garantizar que los pacientes superen los riesgos de infección por hepatitis C.