Un serio problema de salud mundial que ha mostrado ser más persistente de lo que se esperaba, es el causado por el virus del ébola, enfermedad que reapareció en la República Democrática del Congo hace un par de meses. Si bien el final del reciente brote fue declarado esta misma semana por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la realidad es que todavía existen casos de la enfermedad en otros países africanos, así como muchas otras dudas por responder.
En ese sentido, previamente los investigadores contaban con indicios que hacían suponer que el virus del zika podría permanecer de manera oculta durante largo períodos de tiempo dentro el cuerpo humano, suposición que recientemente fue confirmada por una mujer de Liberia, el primer caso en el mundo que muestra este fenómeno.
En el caso en cuestión, la paciente contrajo ébola en 2014 y al poco tiempo recibió el mismo tratamiento que el resto de la población contagiada hasta aparentemente curarse; sin embargo, un año después el virus resurgió en el cuerpo de la mujer, provocando el contagio a 3 de sus familiares
A raíz de que este caso salió a la luz es que las autoridades de salud han resaltado la importancia de monitorear a todos los pacientes infectados con ébola sin importar la fecha del contagio, ni su estatus de recuperación, pues existe la posibilidad de más casos en los que el virus reaparezca súbitamente.
Lo anterior es muy importante en especial en el Congo, pues a pesar de que la OMS ya dio por terminada la epidemia, luego que transcurrieron 42 días sin contagios confirmados, no se debe bajar la guardia ni disminuir las medidas sanitarias.