Tener una buena relación con tu equipo de trabajo es uno de los pilares más importantes de cualquier negocio de éxito. La calidad de las interacciones entre los colaboradores y tú empieza desde el día mismo que se integran a las actividades de tu consultorio y realizas su proceso de inducción.
Sin embargo, algunas veces este tipo de procesos son difíciles de llevar a cabo correctamente, ya sea por falta de experiencia o porque simplemente no tienes una forma oficial establecida de realizarlos dentro de tu consultorio. Con estas sencillas recomendaciones, puedes mejorar sustancialmente el proceso de inducción.
Prepara una lista de cosas-por-hacer
El proceso de inducción puede ser largo y, si tu consultorio es pequeño, tal vez no lo hagas frecuentemente. Recuerda hacer un listado de todo lo que necesitas hacer para que los nuevos talentos empiecen su trabajo, desde presentaciones y tours de la oficina hasta revisar los procedimientos de seguridad de las instalaciones.
Hazlos sentir bienvenidos
Debería estar de más decirlo, pero es importante que los nuevos colaboradores se sientan cómodos desde el momento en que empiezan a recorrer el consultorio. Durante el proceso de inducción, solicita la ayuda de tu gente para que su bienvenida sea lo más calurosa posible y anima a todas las personas a comenzar a socializar con los recién contratados una vez que empiecen a trabajar.
Discute la misión y valores de tu consultorio
A veces podrías pasar por alto este paso en una inducción, pero es importante que transmitas la cultura organizacional de tu consultorio desde el primer día. De esta forma les será más fácil saber a dónde se dirige el negocio y qué tipo de desempeño se espera de ellos.
Define tus expectativas
Para evitar que la relación con un empleado se deteriore por fallas de comunicación, explícale a los nuevos talentos por qué su entrada es importante para la compañía y cómo se espera que aborden ciertas situaciones comunes, como horarios de comida, vacaciones, etcétera.
Pide retroalimentación
Finalmente, es bueno que algunas semanas o un par de meses después de haberse integrado un colaborador nuevo, pidas su opinión sobre qué podrías haber explicado mejor, qué recomendación le darían ellos a la próxima contratación o directamente cómo podrías haber echo un mejor trabajo durante su proceso de inducción. Incorpora estas lecciones a tu método y continúa mejorándolo.