Los casos de imprudencia médica suelen ocurrir con cierta frecuencia en hospitales y clínica, pero algunos de ellos suelen ser verdaderamente extraños y hasta curioso.
A continuación te presentamos algunos de los casos más famosos de imprudencia médica:
El médico que decidió plasmar el nombre de su paciente en su útero recién extirpado
Red Alinsod, médico ginecólogo de California, Estados Unidos, realizó una histerectomía a una paciente de nombre Ingrid Paulicivic. Poco antes de terminar con la cirugía, el profesional de la salud decidió como un “acto de amistad” (según sus propias palabras), cauterizar el nombre de la paciente en el útero recién extirpado. Desde luego, el médico enfrentó una demanda por tallar la palabra “Ingrid” en el útero.
El médico suizo que vio un partido de la selección mexicana mientras operaba
Podría sonar como un caso irreal, pero esta escena verdaderamente ocurrió. Un médico cirujano suizo fue sorprendido en 2010 por las autoridades del hospital disfrutando del partido México vs Francia mientras practicaba una delicada operación. Y por si fuera poco, también se le observó tomar alcohol durante su hora de descanso, momentos antes de entrar nuevamente al quirófano para realizar otro procedimiento. Se sabe que el médico solamente recibió algunos regaños.
El médico que uso su esperma para embarazar a distintas pacientes
Cecil Jacobson, médico especialista en fertilización aprovechó sus conocimientos para embarazar a sus pacientes con su propio esperma, claro está, sin su autorización. Afortunadamente fue arrestado y sentenciado a 5 años en prisión. El caso fue tan sonado que se realizó una película basada en esta misma historia.
El caso del doctor que insertó un desarmador en la espalda de su paciente
Esta historia ocurrió en Hawai cuando Robert Ricketson, un médico cirujano fue demandado por colocar un desarmador en la espalda de Arturo Iturralde, en lugar de una barra de titanio. El galeno argumentó que no tenía otra opción mas que colocar el desarmador en la espalda del paciente de 73 años. A causa de esta imprudencia, Iturralde tuvo que someterse a otras tres cirugías, aunque dos años después murió. Más tarde se descubrió que la licencia del médico había sido suspendida en Oklahoma y revocada en Texas, debido a una serie de demandas por negligencia.
El médico que dejó una esponja en la columna vertebral de su paciente
Esto ocurrió en Baltimore cuando un médico dejó una esponja en la espalda de un paciente durante una cirugía. La persona afectada pudo percatarse 17 días después cuando observó una radiografía. El médico responsable fue Spiro B. Antoniadis, que desde luego fue demandado por negligencia médica. En cuanto al paciente, éste desarrolló una infección en la espalda baja y disfunción eréctil e impotencia.