A lo largo de los últimos años la aparición de consultorios médicos anexos a farmacias se ha incrementado de forma exponencial en todo el territorio nacional, particularmente a partir del año 2010, fecha en que entró en vigor el acuerdo que regula la venta y prescripción de antibióticos y establece que sólo se pueden otorgar con receta médica. Desde aquel entonces se ha observado un aumento del 266 por ciento en este tipo de establecimientos.
De esta manera, mientras en 2010 se tenían contabilizados 4 mil 370 consultorios anexos a farmacias en todo México, para 2017 la cifra se incrementó a más de 13 mil, situación que ha causado opiniones encontradas en torno a los beneficios y aspectos negativos que generan este tipo de lugares, aunque ahora se suma una queja acerca de su higiene.
En ese sentido, Enrique Ávalos Carrasco, presidente de la Sociedad Nacional de Medicina General (SNMG), externó su inconformidad y comentó que hace falta una regulación más severa de los consultorios anexos.
Los consultorios anexos a farmacias suelen ser la principal opción de atención para personas de bajos recursos o que prefieren ahorrarse tiempo debido a la saturación de los sistemas de salud pública; sin embargo, el principal inconveniente de este tipo de establecimientos es que carecen de higiene y no cuentan con los estándares de calidad necesarios.
En ese sentido, Ávalos Carrasco también añadió que debido a que el actual sistema de salud pública de nuestro país se ha visto rebasado por la cantidad de pacientes, se prevé que durante los siguientes años continúe creciendo la cantidad de consultorios anexos a farmacias.