En 2007 se legalizó el aborto en la Ciudad de México y, a poco más de una década de su aprobación, la medida continúa siendo controvertida, pues mientras que muchos consideran que atenta contra la vida humana, otros tantos aseguran que ha servido para disminuir los abortos clandestinos, los cuales ponen en verdadero peligro la integridad de la mujer.
Acerca del tema, Román Rosales Avilés, titular de la Secretaría de Salud de la Ciudad de México (Sedesa), consideró que se trata de una medida que ha traído varios beneficios, por lo que se mostró a favor de lograr que esta despenalización sea a nivel nacional, lo cual espera sea uno de los objetivos de la próxima administración.
A mí me parece que es un derecho que tiene la mujer para decidir sobre su vida y su futuro, por lo que sería ideal que pudiera ejercerlo independientemente del lugar en el que radique, pero siempre con la valoración y conocimiento de un médico profesional para evitar poner en riesgo su integridad.
De igual forma, el funcionario añadió que durante el primer semestre de este año se practicaron casi 15 mil interrupciones legales del embarazo en la Ciudad de México, las cuales han mostrado una tendencia a la baja en comparación con años anteriores, lo cual se atribuye a que la población tiende a estar más enterada e informada en torno a métodos de planificación familiar.
Por su parte, es importante señalar que la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que el 55 por ciento de los abortos que se practican a nivel global se realizan de manera insegura y en instalaciones precarias, situación que se ha buscado combatir en la capital mexicana desde la legalización de esta práctica.