A raíz del incremento observado en la incidencia del cáncer de ovario, la Organización Mundial de la Salud (OMS) designó a partir de 2013 al 8 de mayo como el Día Mundial del Cáncer de Ovario, efeméride a partir de la cual buscar darle mayor importancia a la prevención de esta grave enfermedad que cada año es diagnosticada en 250 mil mujeres en todo el planeta.
En este sentido, uno de los principales problemas que se presentan en nuestro país en torno al diagnóstico de esta neoplasia, es que en la mayoría de los casos se realiza cuando la enfermedad se encuentra en una etapa avanzada, reduciendo así las probabilidades de éxito. Por tal motivo esta neoplasia se ha convertido en la más letal entre las mujeres mexicanas.
Lo anterior fue declarado por el Dr. Carlos Aranda Flores, jefe de oncología del Hospital General de México “Eduardo Liceaga” (HGM), quien añadió que la incidencia de nuevos casos en nuestro país es de 3 mil 277 pacientes cada año, de los cuales 2 mil 105 mujeres fallecen, lo que significa que la enfermedad presenta una tasa de mortalidad del 64 por ciento.
Lamentablemente alrededor del 80 por ciento de los casos de cáncer de ovario en México se diagnostican cuando el tumor se encuentra en una etapa avanzada, lo que se traduce en que la mayoría de las pacientes morirán en los primeros cinco años del diagnóstico.
Por otra parte, el especialista coincidió en que el principal inconveniente acerca del diagnóstico tardío es que tanto la paciente como los médicos generales llegan a confundir el cáncer de ovario con problemas como gastritis, lo que provoca que el tumor continúe creciendo.