La crisis por el consumo de opioides en Estados Unidos continúa en aumento, por lo cual diversos especialistas han declarado que se trata de la peor emergencia de salud desde la aparición del Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) hace 35 años.
Pese a las diversas medidas que se han emprendido, el problema no parece ceder y con base en una investigación publicada por la Revista de la Asociación Médica Estadounidense (JAMA), se detectó que los opioides sintéticos causan más muertes que los prescritos, lo cual representa un severo problema que afecta a todo el país.
Para llegar a esta conclusión, los especialistas analizaron los certificados de defunción del Sistema Nacional de Estadísticas Vitales entre 2010 y 2016, los cuales mostraron que el 46 por ciento de las muertes por sobredosis fueron causadas por opioides sintéticos, mientras que el 40 por ciento fueron ocasionados por opioides prescritos.
Es por lo anterior que las autoridades estadounidenses añadieron que es obligatorio el contar con mayores medidas de control en torno a los opioides sintéticos debido a que son los que muestran ser más mortales.
De igual manera, esto recuerda la investigación realizada por la Escuela de Medicina Keck de la Universidad del Sur de California (USC), la cual detectó que de 1996 a 2012 se registró un aumento del 471 por ciento en la prescripción de opioides dentro de los consultorios médicos, principalmente porque anteriormente se creía que su consumo era benéfico para reducir el dolor crónico, situación que ha resultado contraproducente porque se ha observado que generan adicción en los pacientes.