Tu consultorio privado es en realidad una empresa de servicios, y por lo tanto, esto te convierte en un empresario.
Tu consultorio es una empresa de servicios desde el momento en que generas sustento para varias personas y proporcionas un servicio a la comunidad. Como empresario uno de tus principales objetivos debe ser obtener mejores ingresos, aspecto que puedes (y debes) realizar sin descuidar la parte médica.
Continúa leyendo para que sepas cómo puedes ejercer tu carrera empresarial atendiendo al mismo tiempo la labor médica:
- Aprende a administrar correctamente tu consultorio.
- Sé observador y aprende a identificar oportunamente las oportunidades de negocio que podrían llevar tu consultorio a otro nivel. También observa qué puedes hacer para mejorar los servicios que ya ofreces.
- Dedica tiempo a tu imagen personal y la de tu consultorio, pues así inspirarás mayor confianza en tus pacientes.
- No seas tacaño. Invertir significa tener un equipo novedoso y tecnología de punta. No lo veas como una obligación y piensa que estos desembolsos de dinero ayudarán a que tus servicios en el consultorio sean cada vez mejores.
- ¿Sabes por qué tu consultorio no crece? Identifica los factores que impiden que tu consultorio se expanda y sea exitoso, y enseguida busca soluciones para que las conviertas en ventajas sobre tu competencia.
- Para ser exitoso necesitas complacer a tus pacientes. Si la gente que visita tu consultorio se siente satisfecha, seguramente lograrás que se vuelvan fieles a tu servicio y lo recomendarán a otras personas.
- Otro punto a tomar en cuenta es la buena comunicación que debes tener con tus pacientes para conocer sus dudas, preferencias y expectativas.
- Debes ser eficaz para satisfacer a tu paciente desde la primera vez que visita tu consultorio, lo cual te ayudará a reducir costos y tiempo para atender a otra persona o para pensar en una nueva estrategia de negocio.
Los pequeños detalles pueden ayudarte a captar un mayor número de pacientes, lo que significa en mejores ingresos, pero sin dejar de lado la ética profesional ni el respeto por tus pacientes.