Médicos italianos han salido a manifestar su rechazo por el muñeco “Cicciobello Morbillino“, un juguete diseñado por la firma italiana Giochi Preziosi que simula tener sarampión, enfermedad infecciosa que, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), provocó la muerte de poco más de 89 mil 780 personas en todo el planeta.
?Cicciobello che cos’ha? È tutto coperto di pois!
Aiuta #Cicciobello a guarire dal morbillo con i suoi colorati cerottini, la cremina e la magica salvietta.
? Scopri di più su Cicciobello Morbillino su https://t.co/ioukL9JnxF pic.twitter.com/q0cFurfIw7— Giochi Preziosi (@giochipreziosi) 1 de abril de 2018
¿Una toalla “mágica” que cura el sarampión?
Con esto en mente, el Dr. Walter Ricciardi, presidente del Instituto Superior de Sanidad del Gobierno de Italia (ISS), reconoció que el lanzamiento de este producto diseñado para niños es una grave irresponsabilidad, ya que el sarampión “no se cura con una toallita mágica” (Euronews, 2018), toda vez que al día de hoy se siguen registrando casos graves y muertes asociadas a la enfermedad infecciosa.
Su lanzamiento comercial ha desatado la polémica en Italia porque se corre el riesgo de trivializar la idea de esta enfermedad. El sarampión no se cura con una toallita ‘mágica’ y causa, todavía hoy, muertes y graves complicaciones […] conectar una enfermedad como el sarampión con algo para jugar es engañoso. Se corre el riesgo de llevar a la gente a preocuparse más por la vacuna, que es segura, que por la enfermedad, que no es en absoluto trivial.
¿Se puede bromear con el sarampión?
En respuesta, la empresa italiana argumentó que se trata “sólo de un juego“, del cual se ha hecho todo “con buena fe“, como se deja ver en las declaraciones vertidas en el portal Euronews. Giochi Preziosi cree no haber hecho nada “escandaloso”, porque este tipo de “muñecos con ‘pupas'” siempre han existido.
La mamá curando una muñeca es un juguete que existe desde hace 50 años, dijo Enrico Preziosi, fundador de la compañía, en una entrevista con Radio Capital. Nadie aquí quiere banalizar la enfermedad. Estos médicos que lo critican deberían preocuparse por cosas más serias. Si hubiéramos usado las palabras ‘gripe’ o ‘fiebre’, nadie habría dicho nada.
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