La tecnología es una herramienta que se ha convertido indispensable dentro del campo de la salud porque se trata de una aliada para combatir diversas enfermedades y dolencias que pueden presentar las personas, además de que ofrece diversas ventajas como diagnósticos más precisos y veloces.
Al respecto, recientemente la Secretaría de Salud de la Ciudad de México (Sedesa) adquirió un moderno sistema de monitor cardiopulmonar que ayuda en la detección de riesgo de infarto agudo al miocardio y otras enfermedades respiratorias como asma y la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC).
En este caso, este equipo se encuentra en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) pero además cuenta con un sistema de telemedicina con electrocardiógrafos y espirómetros que están instalados en diversos centros de salud de la ciudad, por lo que cuando un paciente presenta síntomas de infarto o problemas respiratorios pulmonares, se envían datos vía internet desde el centro de diagnóstico hasta el INER para confirmar el diagnóstico y estabilizar al paciente.
De esta forma, lo que se busca es poder realizar detecciones oportunas para poder anticiparse al infarto y en caso de ser necesario, se traslada al paciente a una unidad en la que pueda ser atendido para evitar que los daños sean mayores.
A su vez, esta estrategia es demasiado importante porque de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 27 por ciento de los infartos al miocardio que se registran a nivel global son ocasionados por exposición a aire contaminado y precisamente la capital mexicana es una de las urbes con mayor contaminación en el planeta.