Ningún profesionista se encuentra exento de cometer errores; sin embargo, en el caso de los médicos se trata de una situación más complicada, pues los errores médicos pueden derivar en consecuencias de distintas magnitudes, además de que no importa el nivel socioeconómico o el lugar porque en cualquier país se pueden presentar.
De esta forma, la Organización Mundial de la Salud (OMS) dio a conocer que en Europa, una de las regiones más prósperas y desarrolladas del mundo, entre el 8 y el 12 por ciento de las hospitalizaciones que se registran son ocasionadas por errores médicos.
En ese sentido, por errores de los galenos debemos entender diagnósticos erróneos, una intervención clínica equivocada, una dosis incorrecta de medicamento, un desatinado cálculo sobre los efectos secundarios de un fármaco recetado o vulnerabilidades en los sistemas de atención que puedan resultar en un evento no deseado en los entornos médicos.
A su vez, de acuerdo con un estudio de la Agencia de Estadísticas Europea (Eurostat), el 23 por ciento de los ciudadanos comunitarios se han visto directamente afectados por un error médico, 18 por ciento afirma haber sido víctima de un error grave en un hospital y el 11 por ciento comentó que le recetaron el medicamento incorrecto.
Por otra parte, las infecciones ajenas a la causa por la que ingresa un paciente a un centro de salud afectan a uno de cada 20 pacientes internados.
En cambio, esto sirve de comparativo con nuestro país porque, de acuerdo con la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (Conamed), en promedio recibe mil 673 quejas de usuarios de servicios de salud cada año.