El pasado 3 de abril el Senado de la República aprobó una reforma a la Ley de la Salud que tiene como principal novedad el convertir a todos los mexicanos mayores de edad en donadores tácitos de órganos y tejidos, medida que actualmente se encuentra en discusión y podría aprobarse esta semana, aunque se trata de un tema que continúa causando controversia.
Al respecto, la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCDMX) se pronunció en contra de esta nueva ley y afirmó que lo óptimo es generar las condiciones adecuadas para que las personas puedan decidir de manera libre, consciente e informada si desean donar sus órganos una vez que fallezcan.
En ese sentido, a pesar de que la CDHCDMX reconoció que actualmente existen más de 21 mil mexicanos registrados en espera de recibir un trasplante de órgano o tejido y la medida propuesta busca disminuir los tiempos de espera en el país; sin embargo, afirmó que lo primordial es construir una cultura de la donación fundada en el consentimiento informado, expreso y desinteresado.
A su vez, la comisión mencionó que se requieren protocolos actualizados y fundamentados en los principios básicos de la bioética laica moderna y en los principios rectores que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha establecido en la materia, por lo cual inoperante que se deba forzar u obligar a alguien para que deba convertirse en donador y mencionó el caso de España, actualmente el país que tiene la tasa de donación de órganos más elevada del mundo, pues allá existe plena confianza de la población.
Por lo pronto, vale la pena recordar que el año pasado se implementó una reforma similar en Colombia, gracias a la cual se logró un incremento del 21 por ciento en la donación de órganos, por lo que se espera un efecto similar en nuestro país.