Para muchas mamás es fácil sentirse abrumadas ante la gran variedad de fórmulas disponibles en el mercado, sobre todo cuando el niño padece algún problema de salud como la Alergia a la Proteína de Leche de Vaca (APLV).
Ante esta situación, el médico desempeña un papel importante respecto a la orientación que puede ofrecer para elegir la fórmula que mejor se adapte a las necesidades del menor.
Por este motivo, Saludiario platicó con la licenciada en Nutrición, Irma Muñiz, quien considera que el profesional de la salud es la persona indicada en la decisión del tipo de fórmula que necesita el paciente pediátrico.
No es fácil dejar ese rol a la mamá, quien (claro está) podrá adquirir información a través de internet, redes sociales o con amistades y familiares, sobre el tipo de fórmula que puede emplear con su hijo. No obstante, el médico siempre será el indicado para decidir qué tipo de fórmula debe consumir el menor ya que cada una de éstas desempeña un objetivo, ya sea para controlar un trastorno gastrointestinal frecuente o para otros padecimientos de esta naturaleza
Enfatiza que el médico, en función al diagnóstico diferencial, es quien debe decidir qué fórmula es la más indicada para el paciente, ya sea que tenga reflujo con regurgitaciones simples o severas, es decir, que devuelve el contenido desde el estómago hasta la boca.
Este es un problema que puede desaparecer con el tiempo pero que angustia demasiado a las mamás. En estos casos hay fórmulas especiales que son las anti regurgitación. Pero el médico debe saber diferenciar entre este problema y cuando ya existe regurgitaciones severas o persistentes. En ese momento el médico debe decidir cuál de los dos padecimientos afecta al bebé y qué es lo que lo que lo está causando: un reflujo o una APLV. Esta línea es muy delgada, por eso tiene que ser el médico quien decida, previo al diagnóstico, qué fórmula es la que más conviene administrar.
En este sentido, la especialista destaca que todas las fórmulas especiales son sometidas a una modificación en su composición y que dichos productos pueden haber cambiado o haber sido adicionadas con algún tipo de nutrimento.
Algunas fórmulas pueden tener diferentes tipos de almidón como el de maíz o de tapioca que han demostrado tener muchos beneficios para la digestión. Esta modificación de nutrimentos es lo que favorece el beneficio para la salud de los niños que padecen algún padecimiento gástrico. El médico siempre debe tener en mente que las fórmulas tienen mecanismos de acción diferente, algunas para aliviar los cólicos, otras más para eliminar el estreñimiento, de acuerdo con la modificación de nutrimentos.
Señala también que el médico debe basarse en las recomendaciones internacionales para prescribir la fórmula más adecuada de acuerdo con el diagnóstico que haya encontrado, ya sea por cólicos, reflujo o APLV y a partir de ello trabajar en la comunicación con la madre, para que su decisión sea acatada de la mejor manera posible.
Es importante explicarle a la mamá el padecimiento
El médico debe trabajar la comunicación con sus pacientes, en este caso con las madres, a quienes debe explicar de una manera entendible lo que le está pasando a su bebé. De nada sirve que el médico diga que el menor tiene reflujo y que le prescribirá una fórmula anti regurgitación, si la mamá no comprende qué es el reflujo, o si la regurgitación es simple o persistente.
Muchos niños con esta condición suelen llorar muchas veces a lo largo del día, aspecto que le preocupa a la mamá porque no sabe qué es lo que tiene su hijo. Entonces, si el médico le explica en qué consiste el padecimiento, el tipo de fórmula que prescribirá al bebé y el tiempo en que podría recuperarse, entonces habrá una mejor comprensión del problema y habrá un mejor apego al tratamiento. Si el médico actúa de esta manera, existirá una gran fidelidad del paciente hacia el producto que mejorará la salud de su bebé, pero no sólo eso, ya que también mejorará la reputación del médico.
Agrega que el diagnóstico oportuno y certero desempeña un papel indispensable, pues si un pediatra no resuelve el problema, es muy probable que la mamá busque otro especialista o que incluso, realice la búsqueda por su cuenta de una fórmula que tal vez no beneficie la salud de su bebé.
Al pediatra o al médico familiar le conviene hacer un buen diagnóstico para hacer una buena resolución del problema y por lo tanto, reforzar una lealtad hacia él como profesional de la salud. Para ello, el médico debe dar instrucciones claras a la madre sobre cómo preparar, cómo conservar, cómo agitar, e incluso, informar qué sabor tiene la fórmula. Son aspectos que posiblemente muchos médicos pasan por alto, pero finalmente es información que debe dar a conocer a la mamá para un mejor entendimiento de lo que padece su hijo y de la manera en que puede ayudarlo.
Entre las opciones que se encuentran disponibles en el mercado actualmente, se encuentran las ofrecidas por Bayer, empresa que cuenta con fórmulas AR para regurgitaciones fisiológicas, ARD para regurgitaciones severas o persistentes, Symbiotic Premium para reducir el riesgo de infecciones gastrointestinales y respiratorias. Y para el caso de APLV Novalac, Alernova Comfort y Novamil Rice, siendo esta última una alternativa diferente por ser de proteína extensamente hidrolizada de arroz y que es tolerada por el 98 por ciento de los pacientes.