En la actualidad la Organización Mundial de la Salud (OMS) cataloga al ictus como la segunda causa de mortalidad a nivel global, con un registro de 6 millones 240 mil decesos por año, cifra que tan sólo se ubica por debajo de la cardiopatía isquémica.
Con estos antecedentes, durante los últimos años diversos especialistas se han preocupado por el desarrollo de herramientas que permitan ayudar a pacientes que han sufrido de un accidente cerebrovascular, por lo cual científicos de la Universidad de Northwestern (NU), ubicada en Estados Unidos, diseñaron un dispositivo portátil que ayuda en la recuperación de pacientes que sufren de ictus.
En este caso, se trata de un sensor que se coloca en la garganta del paciente y el cual se adhiere directamente a la piel, pero su principal característica es que permite proporcionar métricas de salud detalladas, entre ellas la función cardíaca, la actividad muscular y la calidad del sueño del usuario, lo cual es de suma importancia para los médicos encargados en la rehabilitación.
A su vez, las herramientas existente que normalmente utilizan los patólogos del habla y el lenguaje no permiten distinguir entre las voces de los pacientes y el ruido ambiental, situación que ahora quedará resuelta porque los sensores de este nuevo dispositivo sí lo logran.
De esta forma es que se busca ayudar a los pacientes con ictus porque de acuerdo con estadísticas de la Sociedad Española de Neurología (SEN), el 30 por ciento suspende su tratamiento, lo que incrementa las probabilidades de que sufran un segundo accidente cerebrovascular.