Actualmente se estima que existen 1.4 millones de personas a nivel global que padecen de hepatitis C y aunque no se trata de una infección mortal, sí puede llegar a conducir a problemas mayores en el hígado de los pacientes en caso de no tratarse a tiempo, como insuficiencia renal y padecimientos cardiovasculares.
En ese sentido, el principal problema de la hepatitis C es que no presenta síntomas ni señales durante su fase inicial, lo que provoca que los pacientes desconozcan que la padecen hasta que la infección se encuentra en una etapa avanzada.
Al respecto, Damián Caballero, presidente de la Plataforma de Afectados por la Hepatitis C (Plafhc), comentó que en Europa se trata de un problema muy grave porque el 70 por ciento de los afectados desconocen que padecen de hepatitis C, por lo cual es necesario emprender nuevas políticas de salud pública porque de lo contrario los contagios continuarán en aumento.
La situación es preocupante porque se trata de una cifra muy elevada, por lo cual es indispensable que la prueba para detectar la hepatitis C sea contemplada para toda la población, especialmente en aquellas personas que tienen factores de riesgo y así evitar que de manera inconsciente un infectado contagie a más personas.
De esta manera, es pertinente añadir que el año pasado Brasil, Australia, Japón, Egipto, Georgia, Alemania, Islandia, Holanda y Qatar se comprometieron a emprender medidas sanitarias en conjunto para combatir la hepatitis C y de esta forma cumplir con la meta de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de erradicar esta infección para el año 2030.