La vida del profesional de la salud es un reto continuo, de modo que no sólo debe buscar actualización médica, tiene que ocuparse de desarrollar su sensibilidad y compasión a fin de responder a situaciones difíciles, por ejemplo, en caso de tener que ayudar a un paciente en sus últimos días.
Cuando un reto de este tipo se presenta, el médico tiene que emitir una respuesta que no contravenga la ley y apoye al paciente. Al respecto, algunas recomendaciones del General Medical Council británico pueden ser de utilidad para el profesional de la salud, quien debe:
- Informar a los pacientes sobre todas las opciones de tratamiento e, incluso, hablar sobre la posibilidad de renunciar a él determinando sus alcances.
- Explorar la comprensión que tiene el paciente sobre su condición actual.
- Ser respetuoso y compasivo mientras presta atención médica.
- Crear oportunidades para que el paciente exprese sus temores, preocupaciones y deseos.
- Establecer junto con él cuáles serán los planes a futuro en caso de que sea incapaz de expresar sus propias decisiones.
- Dejar claro que el médico no está obligado a proporcionar tratamientos en perjuicio de la salud del paciente.
- Limitar cualquier consejo o información que pudiera alentar o ayudar a cometer suicidio.
- Ofrecer al paciente opciones clínicas legales, como sedación y otros cuidados paliativos.
- Evaluar si el paciente tiene alguna necesidad insatisfecha en sus cuidados paliativos, incluyendo dolor, síntomas psicológicos, sociales, o falta de apoyo espiritual.
Los médicos que sientan inseguridad para actuar en una situación de este tipo pueden, y debe, buscar asesoramiento jurídico a través de una asociación dedicada a la defensa legal del médico o, en su caso, recurriendo al departamento legal del hospital.