Hace unos días se dio a conocer el caso de tres capitalinos contagiados con sarampión, a los que se sumó un cuarto paciente en Baja California, lo que ha provocado una alerta de vigilancia epidemiológica en nuestro país para evitar cualquier tipo de epidemia, pero de acuerdo con diversos especialistas la situación se ha generado por el movimiento antivacunas surgidos en el exterior.
Este problema tuvo su origen a finales de los noventa cuando un trabajo científico sin pruebas contundentes relacionó la aplicación de vacunas con el autismo, por lo que muchos empezaron a recomendar el no vacunar a sus hijos, principalmente en Estados Unidos y Europa, pero años después se descubrió que la investigación había sido fraudulenta, aunque muchas personas continuaron con la negativa a la vacunación.
A raíz de esto es que desde el 2008 se ha detectado el resurgimiento de enfermedades infecciosas que ya se creía erradicadas, como es el caso del sarampión, paperas, tos ferina y rubéola, por lo cual la comunidad médica ha solicitado el crear nuevas campañas informativas que ayuden a desmentir lo propagado por el movimiento antivacunas.
Por su parte, Europa ha sido el continente en el que ha sido más notorio este fenómeno y tan sólo durante el año pasado el sarampión provocó 35 muertes y 21 mil 315 contagios, lo que representó un incremento del 400 por ciento con respecto al 2016 y por lo cual la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya cataloga el problema como una epidemia.
De igual forma, poco a poco la situación se ha extendido a otros puntos del planeta y tan sólo durante este inicio de año se han detectado casos de sarampión en México, Brasil y Perú, países latinoamericanos en los que ya se había erradicado esta enfermedad.