Cuidar el prestigio de tu clínica es algo que debes cuidar todos los días. Por eso, es muy importante que sepas cómo reaccionar con inteligencia ante los problemas que puedan suscitarse con tus pacientes para mantener su fidelidad.
Pon atención a estos consejos que te orientarán sobre la manera en que debes resolver estos conflictos:
Escucha con atención
- No sólo se trata de escuchar, sino en poner atención a los gestos y emociones que manifiestan tus pacientes. Si se encuentra muy molesto porque el servicio que recibió no fue de su agrado, no lo interrumpas y después asegúrate de haber entendido su problema.
Olvida los prejuicios
- No discutas pensando que tu paciente está equivocado. Si la manera en que tu paciente se refiere al problema no te agrada, no pierdas objetividad y no permitas que los prejuicios afecten las respuestas que puedas dar.
Sé empático
- Intenta todo lo posible para que tu paciente se de cuenta de que en realidad has comprendido su problema. Sólo basta ponerte en su lugar para que puedas comprender mejor su molestia.
Reconoce tus errores
- Si el problema realmente se debió a un error tuyo, acéptalo y ofrece disculpas a tu paciente con sinceridad, lo que facilitará la búsqueda de una solución.
Resuelve el problema con rapidez
- Si resolver el problema depende únicamente de ti, procura actuar con rapidez para hallar una solución.
Recuerda que mientras más rápido resuelvas un problema, más rápido encontrarás la solución más adecuada para tu cliente.