Investigadores alemanes del Max Planck Institute for Infection Biology lograron cultivar en laboratorio la capa más interna de células que forman las trompas de Falopio a fin de estudiar infecciones y enfermedades que inician en esta parte del aparato reproductor femenino.
Usando muestras proporcionadas por donantes, los investigadores aislaron células madre derivadas de células epiteliales que revisten el interior de los tubos, esto con el objetivo de desarrollar estructuras más complejas.
El trabajo publicado en la revista científica Nature Communications permitió observar que las células son capaces de desarrollar de forma natural unas estructuras denominadas “organoides”, las cuales son esferas huecas que se comportan de forma similar a las trompas de Falopio.
El descubrimiento ha hecho pensar a los investigadores que el modelo de la trompa de Falopio debe estar almacenado en las células epiteliales.
Actualmente los investigadores han logrado mantener con vida en laboratorio durante más de un año los modelos de trompas de Falopio (antes sólo podían hacerlo por periodos de algunos días), ya que descubrieron dos vías de señalización (Notch y Wnt) que guardan las células madre del oviducto para regenerarse.
El siguiente paso para los investigadores consistirá en determinar si el cáncer de ovario puede ser desencadenado por infecciones de las trompas de Falopio.