Las redes sociales se han convertido en una nueva forma de comunicación que puede ser aplicada en diversos rubros y el campo médico no se puede quedar fuera por todas las bondades y beneficios que ofrecen, aunque también se debe de contemplar el lado opuesto con todos los contratiempos que generan.
En primera instancia, como parte de las ventajas se encuentra el constante aumento de personas con internet en nuestro país porque de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el 47 por ciento de los hogares mexicanos cuentan con conexión a internet, cifra que se encuentra en constante crecimiento y muestra el impacto que tiene en la actualidad el mundo digital.
En ese sentido, también han ido en aumento los profesionales de la salud que utilizan internet para atender pacientes porque tan sólo en la plataforma Doctoralia se registraron 2.6 millones de consultas en México durante el año pasado, las cuales representan un ahorro de tiempo y dinero tanto para los pacientes como para los médicos porque no es necesario trasladarse a ningún lugar.
En el sentido opuesto, como parte de las desventajas se puede mencionar que ninguna red social puede igualar el trato que el paciente puede obtener al estar frente a un médico, por lo que el brindar atención y diagnóstico sólo se recomienda para algunas enfermedades y no para todos los casos.
De igual forma, especialistas del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz (INPRFM) han comentado que a raíz de la explosión de internet se han incrementado los hipocondriacos e inclusive fue necesario crear el término cibercondriaco para definir a quienes piensan estar enfermos por lo que leen en el mundo digital.
De esta forma, lo más importante es encontrar un equilibrio y aprovechar en tu profesión las bondades que ofrecen las redes sociales pero sin depender completamente de ellas. Recuerda que aunque no tengas al paciente dentro de tu consultorio, es tu responsabilidad el prescribir de manera correcta los medicamentos que deberá consumir para aliviarse de la enfermedad que presente.