En muchas ocasiones, los pacientes que presentan alguna enfermedad de gravedad suelen cambiar de médico en búsqueda de una segunda opinión, mejores opciones de tratamiento o una mayor esperanza en su diagnóstico; sin embargo, proceder de tal manera podría no ser una buena idea en todos los casos, especialmente cuando se trata de cáncer infantil.
En este sentido, un grave problema que se ha detectado en nuestro país es que el cambio reiterado de médicos en la atención de pacientes con cáncer infantil deriva en diagnósticos tardíos, pues cada nuevo médico debe empezar desde cero y se pierden los avances que el especialista anterior pudo alcanzar.
Lo anterior fue comentado por la Dra. Elizabet Contreras Ortega, titular del programa de Cáncer Infantil de la Jurisdicción de Servicios de Salud en Mexicali, quien mencionó los problemas del cambio de médico para esta enfermedad.
Algo que es habitual, aunque no recomendable, es que las familias con un niño con cáncer acuden a una valoración médica, pero no con el mismo médico, pues primero van a alguna farmacia, después a una ambulatoria, y posteriormente con un especialista, lo que significa que reciben hasta tres valoraciones distintas que no permiten la conformación de un historial clínico.
De igual forma, la especialista explicó que el acudir con distintos médico también provoca que transcurra el tiempo sin recibir una atención fija, lo que permite el desarrollo del tumor.
Esto resulta demasiado importante si se considera que cada año se detectan 5 mil nuevos pacientes con cáncer infantil en nuestro país.
Por otra parte, de acuerdo con la Secretaría de Salud (SSa), a causa de los tratamientos contra el cáncer que reciben los niños, el 95 por ciento que supera la enfermedad presentará problemas crónicos de salud durante su etapa adulta.