El próximo 14 de junio iniciará el Mundial de futbol Rusia 2018, el cual contará con diversas innovaciones tecnológicas como la implementación del Sistema de Video Arbitraje (VAR) con el objetivo de ayudar al arbitro en jugadas que resulten controvertidas o difíciles de apreciar en primera instancia, pero ahora se dio a conocer que esta modalidad también se aplicará para choques entre jugadores y así evitar que sufran de daños que inclusive podrían generar daños mayores como una conmoción cerebral.
La noticia fue confirmada por Michel D’Hooghe, director del comité médico de la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA), quien afirmó que esta nueva modalidad de poder “pausar” el partido para que el arbitro pueda ver una repetición en ciertas jugadas en monitores colocados a un costado de la cancha, también tendrá implicaciones médicas.
Para reforzar nuestros protocolos de seguridad, cada selección podrá disponer de un médico que será el encargado de utilizar el VAR para analizar lesiones en tiempo real y colaborar en el diagnóstico dentro de la cancha durante los partidos del mundial.
En ese sentido, D’Hooghe recordó que en años recientes se han incrementado las lesiones de los futbolistas profesionales, por lo cual esta medida servirá para preservar su integridad y en caso de observar en las repeticiones que su salud se encuentra en riesgo, se les obligará el regresar a jugar, de manera similar a como ocurre en otros deportes como el futbol americano.
Esto también tiene como sustento el estudio realizado el año pasado por el Instituto de Neurología del Colegio Universitario de Londres, el cual confirmó por primera vez que los remates constantes con la cabeza realizados por los futbolistas propician el desarrollo de una encefalopatía traumática crónica.
Por otra parte, el futbol no es el único deporte que de manera reciente se ha visto envuelto en este tipo de polémicas porque un artículo publicado en The Journal of American Medical Association también reveló que el 87 por ciento de los cerebros de exjugadores profesionales de futbol americano de Estados Unidos mostraban signos de encefalopatía traumática crónica.