El cáncer bucal se ha convertido en un grave problema de salud pública en México. Incluso, este padecimiento puede ser confundido con una simple infección dental al observarse algunos síntomas como llagas en los labios, sangrado de encías que no cicatrizan, engrosamiento de la mejilla, dolor, entre otros.
Sobre este tema, Saludiario platicó con la cirujana dentista Dapnhe Romero, fundadora y directora general de La Clínica Dental, quien señaló que el tabaquismo, las bebidas alcohólicas y el virus del papiloma humano (VPH) representan los principales factores de riesgo para el desarrollo de cáncer de boca.
De igual forma, indicó que algunas lesiones o alteraciones en la boca si no son atendidas a tiempo, pueden convertirse en padecimientos malignos. Abundó que éstas pueden ser ocasionadas por una restauración dental que no está perfectamente ajustada, misma que puede generar un roce constante con la mucosa.
Estas células pueden mutar y convertirse en una patología que incremente el riesgo de desarrollo de cáncer.
En cuanto a la presencia del VPH como factor de riesgo, la Dra. Dapnhe Romero menciona que éste padecimiento puede ser detectado como una zona blanca en forma de coliflor.
Puede ser muy pequeña y aparecer en el borde de los labios, en el dorso de la lengua, en encías. Incluso, algunas veces puede ser observado en las comisuras de los orificios nasales, pero es algo realmente muy pequeño, pero cuando se presenta, es casi seguro que es VPH.
La especialista detalló que los casos de cáncer bucal en México han tenido un incremento de entre 1 y 5 por ciento. De manera complementaria, un reporte del Instituto Nacional de Cancerología (INCan), señala que esta enfermedad se presenta con más frecuencia en hombres mayores de 40 años; de éstos, el 40 por ciento de los casos se debe al consumo de tabaco y alcohol.
Destacó que el cáncer de boca ya se encuentra entre las cinco enfermedades bucales más importantes en México. En relación a los datos proporcionados por el INCan, la cirujana dentista refirió que los varones tienen mayor riesgo debido que están más predispuestos o mantienen un mayor contacto con el alcohol y el tabaquismo.
Sin embargo, algunos estudios han demostrado que las mujeres están alcanzado estos mismos niveles ya que actualmente, la mujer también bebe y fuma las mismas cantidades que los hombres.
La Dra. Dapnhe Romero mencionó que los odontólogos deben estar capacitados para distinguir entre un proceso infeccioso dental y lesiones cancerígenas en la boca. Explicó que en este tipo de cáncer, las células malignas se propagan con mayor velocidad, ya que la piel que cubre la boca es más delgada.
El profesional debe revisar perfectamente la historia clínica. Aquí se debe realizar al paciente diferentes preguntas como si ha perdido peso sin razón aparente, si tiene mucha hambre por la noche, mareos sin razón, desmayos, si ha tenido infecciones de garganta que tardan en curarse, etcétera. Posteriormente se deben revisar todos los músculos de la boca y las cadenas ganglionares. Es necesario inspeccionar las mucosas, lengua, paladar, encías, labios, tanto por la parte interna como por la parte externa. El médico debe asegurarse de que no exista ninguna lesión, que no tenga ningún dolor y si observa una lesión, preguntar hace cuanto tiempo apareció y si ésta provoca algún tipo de malestar al comer o pasar saliva o agua”, mencionó la especialista egresada de la Facultad de Odontología de la Universidad Nacional Autónoma de México, (UNAM).
Una vez que se ha identificado una lesión, es recomendable esperar 15 o 20 días para ver si mejora, de lo contrario, se toma una muestra del tejido dañado para realizar una biopsia para ser enviada con un patólogo bucal para confirmar o descartar el diagnóstico de cáncer. Posteriormente se le indica al paciente que debe acudir con un médico oncólogo o con cualquier otro especialista de cabeza y cuello para ofrecer un tratamiento oportuno.
Finalmente, la doctora Romero recomienda a la población realizar una autoexploración para revisar las diferentes estructuras de la boca: paladar, labios, lengua, y debajo de ésta como una medida de prevención.