Desde hace cientos de años se han trasmitido de generación en generación los populares remedios naturales que aseguran poder curar casi todo. Desafortunadamente muchas de las recetas de la abuela o la tía, pueden ser verdaderas bombas de tiempo para la salud y en lugar de aliviar un padecimiento suelen agravarlo.
La idea de que por ser tratamientos naturales son buenos, es completamente errónea. Está comprobado que ciertos componentes activos de las hierbas medicinales reducen la efectividad de los fármacos y pueden afectar al hígado.
Teniendo esto como base, un grupo de investigadores del British Journal of Clinical Pharmacology realizó un estudio en el que se examinaron casos de pacientes con problemas de salud debido a la ingesta de ginseng, ginko biloba, té verde, St. John Wort y hierba de San Juan junto a fármacos para la depresión, el VIH, la epilepsía, la prevención del embarazo y las enfermedades cardiacas.
Las consecuencias variaban, desde leves, graves e incluso fatales, como lo fue en el caso de un hombre de 65 años cuya muerte se relacionó con los suplementos de ginko biloba que tomaba para ‘mejorar’ la capacidades cognitivas.
El hecho que sean naturales no implica que sean totalmente seguras. Siempre hay que hablar con un médico antes de tomarlas.
En concreto, hizo hincapié en el St. John’s Wort, el cual es conocido popularmente como el ‘prozac de la naturaleza‘, una hierba a que se puede adquirir sin receta médica y cuyas ventas se han incrementado exponencialmente a últimos años.
De igual manera en México, el Servicio de Pediatría del Hospital General Regional Gabriel Mancera del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) informó que se estima que 30 por ciento de los casos de los niños con problemas digestivos o respiratorios se relacionan con la administración de aceites como el de ricino, oliva y almendras dulces y grasas como la de pollo y manteca de cerdo.
Muchas víctimas de las recetas de la abuela son los más pequeños. Los familiares intentan aliviar sus males con recetas tradicionales. Por eso es importante informar a la población de que ninguna de estas supuestas curas son efectivas y pueden afectar al niño de por vida”, afirmó el Dr. Luis Galicia Cruz, del Servicio de Pediatría del IMSS.