El control del riesgo cardiovascular es una de las metas de los dispositivos de atención primaria que deberían aplicarse sin distinción no sólo en México, sino a escala global, pues el infarto agudo al miocardio y los eventos cerebrovasculares ocupan los primeros dos escaños del ranking de las principales causas de muerte, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Factores de riego, claves en la disminución de las probabilidades
Con esto en mente, el Dr. Exuperio Díez Tejedor, médico especialista y nuevo presidente de la Sociedad Española de Neurología (SEN), explicó a los médicos en formación y ya consolidados que el fortalecimiento en el control de los factores de riesgo cardiovascular presentes en el paciente son la clave para disminuir las probabilidades relacionadas con la aparición de enfermedades neurológicas y degenerativas.
Controlar los factores de riesgo vascular y practicar hábitos de vida saludables puede retrasar o incluso que no lleguen a aparecer enfermedades neurodegenerativas asociadas a la edad, como el alzhéimer y las demencias seniles.
En este sentido, el jefe del Servicio de Neurología y coordinador del Área del Neurociencias del Instituto de Investigación del Hospital Universitario “La Paz” de la ciudad de Madrid, España, reconoce que los pilares para la formación de los profesionales de la salud y, sobre todo, para la población son: la prevención y la enseñanza en salud.
Prevenir y educar en salud son dos máximas del nuevo presidente de la Sociedad Española de Neurología (SEN). Un cuerpo sano va a tener un cerebro sano.
Incidencia del Alzheimer y las demencias en México
En este contexto, cifras del Banco Mundial confirman que en países con ingresos medios y bajos, donde se ubica México, la incidencia del alzheimer y las demencias ocupa un sitio de 150.7 casos por cada 100 mil pacientes. Una relación que es superada únicamente por los eventos cerebrovasculares con un estimado de mil 067 casos por cada 100 mexicanos.
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