Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la probabilidad de que las mujeres terminen una licenciatura, una maestría y un doctorado en alguna materia relacionada con la ciencia es del 18, 8 y 2 por ciento, respectivamente; dicha probabilidad entre los hombres es del 37, 18 y 6 por ciento.
Basándose en estas cifras, un estudio realizado en España que analizó las posiciones de liderazgo desde 2007 a 2014 en el Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER) en el área de epidemiología y salud pública (CIBERESP), dio a conocer que ninguno de los nueve CIBER cuenta con una mujer como directora científica y casi el 73 por ciento de los miembros son hombres.
Según los expertos el sesgo de género en la ciencia puede provocar graves estragos, ya que los problemas de salud femenina se han invisibilizado para la investigación durante años, debido a que el patrón adoptado ha sido el del hombre. Pese a que la esperanza de vida en mujeres es más larga que la de los hombres, ellas gozan de peor salud.
En mi opinión, necesitamos más mujeres científicas ya que es necesario generar un conocimiento sobre el comportamiento de las enfermedades en mujeres, pues poseen una fisiopatología diferente a la de los hombres y ello varía la manera en la que se expresan las enfermedades”, señaló María Teresa Ruiz Cantero, catedrática de Medicina preventiva y salud pública de la Universidad de Alicante.
Asimismo los investigadores de dicho estudio aseguran que asumir que no existen diferencias entre hombres y mujeres relevantes para la investigación supone una discriminación peligrosa.
Para hacer buena ciencia es necesario tener en cuenta todas las variables y, por tanto, la perspectiva de género es indispensable. Lamentablemente en la actualidad, la mayor parte de las medicinas que nos tomamos no han sido testadas en mujeres y producen efectos negativos que en los hombres no”, aseguró Llúcia Martínez Priego, bióloga y responsable del servicio de secuenciación masiva de la Fundación para el fomento de la investigación sanitaria y biomédica de la Comunidad Valenciana.
Cabe señalar que Llúcia padece endometriosis, una enfermedad que afecta a 1 de cada 10 mujeres y que como sabes causa fuertes dolores pélvicos. Sin embargo a pesar de los avances tecnológicos y científicos todavía no existe una sola explicación de sus causas ni posibilidad de cura.
¿Qué sucedería si una enfermedad tumoral que acaba invadiendo órganos vitales, produce dolores crónicos insoportables e impide llevar una vida con normalidad, como es la endometriosis, la sufriesen los hombres? ¿Sería diferente? Solo tenemos que pensar que frente a una de cada diez mujeres que sufren esta enfermedad, los problemas de erección afectan a uno de cada 100 hombres y reciben 10 mil veces más recursos y atención.
Para ver el grado de discriminación o sesgo que sufren las mujeres en la ciencia, otro estudio a manera de análisis, presentó a seis profesores de reconocidos institutos de investigación, solicitud de dos aspirantes imaginarios, uno mujer y otro hombre, los dos con un currículum similar.
Al examinar la situación, los investigadores se dieron cuenta que la mayoría ignoraba el cv de la mujer y le prestaba más a atención al del hombre y el único que escogió el de la mujer bajó su sueldo unos 4 mil dólares respecto al del hombre.
Los estereotipos que los medios masivos de comunicación les confieren es lamentable: se considera que una mujer no puede ser inteligente, lo que conlleva a que muchas mujeres decidan no estudiar nada referente a las ciencias exactas. Además, siempre se las asocia con la superficialidad, la maternidad, el ámbito privado o las tareas domésticas, afirmó uno de los investigadores involucrado.