El Ministerio de Salud de El Salvador (MINSAL) se encuentra en alerta por un brote de fiebre tifoidea que azota a la nación centroamericana y que ha provocado 73 casos confirmados en los 12 municipios que comprenden al país.
Esta situación ha alarmado a las autoridades de salud, ya que la cifra es mucho mayor a la del año pasado, cuando sólo se registraron 56 enfermos en un año.
La enfermedad está de una manera diseminada en el país, y nos está diciendo que el riesgo de enfermar es prácticamente el mismo en todos lados, aunque en algunos es mayor. Esa es la razón porque a nosotros nos preocupa”, aseguró Héctor Ramos, jefe de Unidad de Vigilancia de Salud.
Por esta razón en el país han iniciado las campañas de concienciación en internet con el objetivo de que la población general aumente su higiene y acuda al médico a primer momento de sentir algún síntoma como dolor de cuerpo, fiebre y diarrea.
El puriagua es una solución que utilizada en las dosis recomendadas sirve para desinfectar el agua y también para lavar frutas y verduras. Prevengamos la fiebre tifoidea. pic.twitter.com/cHec9AMtMg
— Ministerio de Salud (@minsalud) 12 de febrero de 2018
Entre las recomendaciones que se han dado a los salvadoreños estos últimos días para evitar una epidemia están que se beba sólo leche pasteurizada o hervida, desinfectar frutas y verduras que se consumen crudas y purificar el agua de dudosa procedencia.
La persona enferma está expulsando los microorganismos a través de las heces y si estas heces ya sea porque contaminan agua o alimentos o una persona que prepara alimentos no tiene la higiene adecuada puede contaminar a muchos de su círculo cercano.
Hasta el momento los municipios que se han visto más afectados son: Dulce Nombre de María, de Chalatenango; Nuevo Cuscatlán, de La Libertad; Apopa, Ayutuxtepeque, Mejicanos, Soyapango y Panchimalco.
Respecto al tema de la enfermedad, hace poco un grupo internacional de científicos reveló que la epidemia que azotó a México hace 500 años, contribuyendo a la destrucción del imperio azteca, no fue sarampión, paperas o influenza como se sospechaba, sino una salmonela entérica que causó fiebre tifoidea.
Valiéndose de una nueva herramienta de análisis meta-genómico llamada MALT, que se emplea para buscar rastros de ADN de patógeno antiguo, los expertos pudieron identificar la enfermedad en individuos enterrados en un cementerio epidémico en Oaxaca.