Seguro en alguna ocasión has escuchado la frase “Las personas no se van de las empresas, se van de sus jefes” argumento que quizá en ocasiones sea completamente cierto. Aunque en la actualidad los ‘malos jefes‘ se hayan ‘popularizado´ en las películas y se pinte la situación de explotación laboral y abuso como cómica, en la vida real puede generar muchas consecuencias.
En Saludiario ya te hablamos de los tipos de superiores en los que debes evitarte convertirte para no perder la confianza y el respecto de tu equipo sin embargo hoy te hablaremos de los efectos en la salud que puede causar tener un patrón abusivo.
Como sabes, en el ámbito laboral, los empleados pueden responder de maneras diferentes ante una situación determinada. En casos de estrés excesivo algunos no aguantan y deciden renunciar, otros en cambio soportan esta situación sin mostrar aparente preocupación.
Un estudio realizado recientemente por la Universidad de Notre Dame dio a conocer que las personas que son frecuentemente torturadas y humilladas por sus autoridades, pueden llegar a desarrollar un grado de psicopatía.
Hay dimensiones primarias y secundarias de la psicopatía. Ambos consisten en altos niveles de comportamiento antisocial, sin embargo, las personas que puntúan alto en psicopatía primaria carecen de empatía y son audaces y valientes. No reaccionan a las cosas que hacen que otras personas se sientan estresadas o temerosas”, afirmó Charlice Hurst, profesora asistente de administración en el Mendoza College of Business de Notre Dame.
Para el estudio Hurst y sus colegas analizaron a 419 adultos que se desempeñan en trabajados ‘estresantes’ y les pidieron reaccionar ante los perfiles de gerentes o jefes representados como abusivos. Para la sorpresa de los especialistas los participantes que demostraron sentirse más felices luego de imaginarse trabajando para gente así, son los que tienen más probabilidades tienen de desarrollar alguna psicopatía primaria.
Para un segundo estudio, los participantes calificaron cuán abusivos eran sus propios supervisores. Para eso, se les preguntó acerca de comportamientos como rudeza, chismes sobre empleados, no dar el crédito adecuado al trabajo realizado, la invasión de la privacidad y la ruptura de promesas. Aquellos con alto nivel de psicopatía primaria informaron sentirse menos enojados y más positivos y comprometidos.
Por otra parte un análisis realizado por la Universidad de Manchester reveló que las personas que trabajan para jefes que muestran conductas psicopáticas o narcisistas son más propensas a mostrar señales de depresión, estrés postraumático, sentimientos de ira, síntomas de ansiedad, altos niveles de agotamiento físico y emocional, alteraciones del sueño y molestias musculoesqueléticas.
Los costes humanos tienen implicaciones obvias sobre la organización, dado que las víctimas de acoso que sufren alteraciones emocionales y fisiológicas son más propensas a solicitar bajas por enfermedad. Por el contrario, aquellos que no solicitan baja y continúan en su puesto, pueden ver afectado su desempeño laboral, aseguró uno de los investigadores involucrados en el estudio.
Por esta razón, si sabes de algún paciente que está viviendo una situación de abuso constante en el trabajo, te recomendamos aconsejarle cambiarse de empleo, explicándole lo perjudicial que puede ser para su salud.