Fue en noviembre de 2015 cuando el gobierno de Brasil decretó una emergencia nacional de salud a causa del virus del zika como consecuencia del creciente número de contagios que se registraron. A pesar de que durante el año pasado se logró controlar el problema y reducir en un 95.4 por ciento el número de contagios, la situación todavía se encuentra en un estado grave.
De esta forma, el Ministerio de Salud de Brasil dio a conocer que entre el 8 de noviembre de 2015 y el 2 de diciembre de 2017 se confirmaron 3 mil 37 casos de malformaciones, problemas en el crecimiento y desarrollo de bebés a causa del virus del zika dentro del país.
Lo anterior ha provocado una fuerte preocupación en el sistema de salud brasileño, pues originalmente se pensó que el virus del zika sólo era el causante de microcefalia; sin embargo, ahora se ha visto que tiene otro tipo de consecuencias a largo plazo, como es el caso de las malformaciones u otro tipo de problemas como alteraciones en el sistema nervioso central, epilepsia, deficiencias auditivas y visuales, perjuicio en el desarrollo psicomotor y efectos negativos sobre los huesos y las articulaciones.
De igual forma, se dio a conocer que desde la declaratoria de emergencia, en Brasil se recibieron 15 mil 150 notificaciones de casos sospechosos de contagios del virus del zika, de los cuales poco más de la mitad fueron descartados.
Mientras tanto, diversos investigadores continúan trabajando en una vacuna efectiva contra el virus del zika, además de que a esta problemática se suman los casos por fiebre amarilla en Brasil, la cual provocó 53 muertes tan sólo durante el mes de enero del presente año.