Varios estudios mencionan que las personas que padecen Alzheimer presentan alteraciones en el ritmo circadiano del organismo, lo que afecta el ciclo de sueño/vigilia.
Pero una nueva investigación realizada por la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington, Estados Unidos, menciona que estas alteraciones del reloj interno también pueden ocurrir varios años antes en personas cuyos recuerdos se mantienen intactos pero cuyas revisiones cerebrales confirman rastros tempranos de la enfermedad.
Los resultados se dieron a conocer en la revista JAMA Neurology y de acuerdo con los autores del estudio, este descubrimiento ayudaría a los médicos a identificar con prontitud a las personas que tienen un riesgo elevado de Alzheimer, mucho antes de lo que actualmente es posible.
No es que las personas en el estudio carecían de sueño, pero su sueño tiende a estar fragmentado. Dormir ocho horas en la noche es distinto de dormir ocho horas en incrementos de una hora durante las siestas diurnas”, dijo el doctor Erik S. Musiek, autor principal del estudio.
Mencionó que también descubrieron que las personas con Alzheimer preclínica tienen más fragmentación en sus patrones de actividad circadiana, con más instantes de inactividad o sueño durante el día y más periodos de actividad por la noche.
Si deseas leer el estudio completo, consulta la página de JAMA Neurology.
Muchos trabajos en laboratorio se han centrado en identificar las primeras señales de Alzheimer, ya que hacerlo ayudaría a hacer más lento su avance. En este sentido, un estudio de la Brigham and Women’s Hospital, en Estados Unidos, sugiere la existencia de un posible vínculo entre la ansiedad y el Alzheimer.