Un nuevo estudio realizado por el University College London (UCL) en Reino Unido, y la Escuela de Medicina Keck de la Universidad del Sur de California (USC) en Estados Unidos, dieron a conocer que la epilepsia podría estar relacionada con algunas diferencias de grosor y volumen en la materia gris de diferentes zonas cerebrales.
Para la realización del estudio se analizaron diferentes casos de personas con epilepsia. El artículo publicado en la revista Brain, enfatiza que este padecimiento estaría vinculado con diferencias físicas más grandes de lo que se suponía anteriormente, incluso en tipos de epilepsia que generalmente se consideran más benignos si las convulsiones están bajo control.
Gracias a este nuevo estudio pudimos confirmar algunas diferencias en la materia gris , incluso en aquellas epilepsias comunes que a menudo se consideran comparativamente benignas. Aún no evaluamos el impacto de estas diferencias, pero nuestros descubrimientos sugieren que hay más en la epilepsia de lo que pensamos, y ahora tenemos que hacer más investigación para comprender las causas de estas diferencias”, menciona el profesor Sanjay Sisodiya, del Instituto de Neurología y Sociedad de la Epilepsia de UCL, y uno de los autores principales del estudio.
La investigación recopiló datos de 24 centros de investigación de Europa, América del Norte, América del Sur, Asia y Australia. Se extrajeron las medidas estructurales del cerebro de escáneres cerebrales de resonancia magnética de 2 mil 149 personas con epilepsia y las compararon con mil 727 controles sanos. Los expertos analizaron el grupo de epilepsia en conjunto en cuanto a patrones comunes, y dividieron en cuatro subgrupos para identificar las diferencias.
Menor espesor de la sustancia gris en la corteza cerebral
Los expertos hallaron un espesor reducido de la sustancia gris en partes de la capa externa del cerebro y un menor volumen en las regiones cerebrales subcorticales en todos los miembros del grupo de epilepsia en comparación con el grupo de control. La reducción del volumen y el grosor se relacionaron con una mayor duración de la epilepsia.
De manera general, encontramos que los pacientes con epilepsia tienen un volumen más reducido en el tálamo, una zona que solamente estaba asociada con ciertas epilepsias, y un grosor reducido en la corteza motora, que controla el movimiento del cuerpo. Pero estos patrones estaban incluso presentes en las personas con epilepsias idiopáticas generalizadas, un tipo de epilepsia caracterizada por ausencia de cambios notables en el cerebro, de modo que, por lo general, un neurorradiólogo experimentado no podría ver nada inusual en sus escaneos cerebrales.
“Algunas de las diferencias que encontramos fueron tan sutiles que sólo pudieron detectarse debido al gran tamaño de la muestra que nos proporcionó datos muy sólidos y detallados”, menciona Christopher Whelan, otro de los investigadores, perteneciente al Instituto de Informática y Neuroimagen Mark y Mary Stevens de la Escuela de Medicina Keck de la USC y el Real Colegio de Cirujanos de Irlanda.
Identificamos una firma neuroanatómica común de la epilepsia en múltiples tipos de este padecimiento. De igual forma, encontramos que los cambios estructurales están presentes en múltiples regiones del cerebro, lo que aporta información a nuestra comprensión de la epilepsia como un trastorno de la red.
