Con la idea de brindarle protección a los médicos y personal de salud de Estados Unidos que se rehúsen a realizar tratamientos contrarios a sus convicciones por motivos religiosos, el presidente Donald Trump ordenó la creación de una división dentro de la Secretaría de Salud que se encargará de regular los casos, lo que ha provocado polémica desde su anuncio.
En este caso, el nuevo órgano se enfocará principalmente en las situaciones relacionadas con el derecho al aborto, el suicidio asistido y los derechos de las pacientes transgénero, por lo que ahora los médicos podrán negar sus servicios en los casos referidos si consideran que atentan contra sus convicciones religiosas.
Al respecto, Eric Hargan, ministro de Salud, habló al respecto de esta decisión y dejó en claro que para la actual administración el derecho a la vida es un eje rector que siempre se defenderá.
Desde su campaña como candidato, el presidente Donald Trump prometió a los estadounidenses que su gobierno defendería enérgicamente los derechos de objeción de conciencia y libertad religiosa, por lo que hoy estamos viendo que su promesa se volverá realidad.
Esto se suma a otras medidas en materia sanitaria de Trump que han causado controversia e incomodidad, como el hecho de prohibir el uso de 7 términos para todo el personal que labora en el Centro de Control de Enfermedades (CDC), considerado como el más importante de salud pública que existe en el país.
De igual forma, hace unos días el mandatario ordenó el despido de todos los integrantes del Consejo del Gobierno sobre VIH, lo que causó molestia porque para algunos especialistas significa su poca preocupación ante esta enfermedad.