Algunas personas no pueden comer sin limón, a muchos les gusta la sal y a otros les encanta dar un toque picosito a sus comidas por medio del chile, ya sea en cuadritos, en salsa o hasta a mordidas.
Sin embargo al contrario de lo que muchos pensarían en lugar de provocar molestias estomacales tiene muchos beneficios en el organismo, desde mejorar la digestión por sus propiedades antiinflamatorias, favorecer la cicatrización por su elevado contenido de vitamina C, prevenir enfermedades respiratorias, reforzar el aprovechamiento del hierro y hasta eliminar las células cancerígenas del pulmón y páncreas, sin causar daño en las células sanas.
Alrededor de este tema existen muchos mitos como por ejemplo que es el causante principal de las hemorroides o la creencia popular que puede provocar contracciones en las embarazadas pero la verdad es que no hay estudios científicos que lo demuestren o que sugieran una relación entre el consumo de picante y un parto prematuro.
Los beneficios que tiene el chile se debe a la sustancia química llamada capsaicina, la cual provoca la sensación de picor cuando entra con la mucosa bucal. Una reciente investigación realizada en España demostró que la aplicación tópica de capsaicina puede calmar el dolor neuropático resultante del daño neurológico.
En el pasado se habían probado distintos tratamientos para este padecimiento, pero ninguno había demostrado resultados suficientemente efectivos. Afortunadamente se encontró que el mecanismo de acción que provoca la capsaicina se basa en la estimulación selectiva de neuronas de las fibras amielínicas C, provocando la liberación de neurotransmisores y una depleción de sustancia P, lo cual produce una alteración de la transmisión del dolor a los sistemas centrales produciéndonse un fenómeno de desensibilización.
Por otra parte pero respecto a este tema, el mes pasado se hizo viral en redes el video de un coro de niños que a mitad de un villancico se come un Naga Jolokia, uno de los chiles más picantes del mundo. Al principio muchos consiguieron mantener la compostura, pero a medida que pasaba el tiempo y los efectos se intensificaban aparecerieron las lágrimas y la tos. El clip concluye con los niños corriendo por un vaso de leche que les esperaba en una mesa.