Como bien sabes las lesiones cerebrales pueden presentarse a causa de diversos factores internos y externos. Este tipo de lesiones traumáticas constituyen un grave problema de salud pública para los estadounidenses. Según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) el 35.2 por ciento se debe a caídas, el 17.3 por ciento por tráfico automotor, el 16.5 por ciento por golpes, el 10 por ciento por agresiones y el 21 por ciento por causas desconocidas.
Derivado de lo anterior, el CDC calcula también que anualmente ocurren cerca de 1.7 millones de muertes, hospitalizaciones y visitas a salas de emergencia relacionadas con las lesiones cerebrales traumáticas.
Recientemente gracias a un estudio realizado por investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Maryland, Estados Unidos, se descubrió que las lesiones cerebrales pueden provocar cambios en el intestino y a su vez pueden aumentar las infecciones, la inflamación cerebral postraumática y la pérdida de tejido asociada.
Nuestros resultados muestran interacciones bidireccionales entre el cerebro y el intestino que pueden ayudar a explicar la mayor incidencia de infecciones sistémicas después del trauma cerebral.
Si bien aunque ya se sabía que las lesiones cerebrales traumáticas provocaban efectos en el tracto gastrointestinal, no se conocía que este problema podía hacer que el colon se volviera más permeable, permitiendo así que los microbios dañinos migren desde el intestino a otras áreas del cuerpo. Aunque aún no se conoce con exactitud cómo las TBI causan estos cambios cambios intestinales, los científicos creen que un factor clave pueden ser las células gliales entéricas (EGC).
Los científicos también analizaron cómo la disfunción intestinal puede empeorar la inflamación del cerebro y la pérdida de tejido después de una lesión cerebral traumática. Para ello, infectaron a los ratones con ‘Citrobacter rodentium’, una especie de bacteria que es el equivalente al ‘E. coli’, que infecta a los humanos, comprobando que la inflamación del cerebro empeoró y que los roedores perdieron más neuronas que los no tenían la infección.
Por otra parte pero relacionado a esto se dio a conocer que el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE), la Universidad de California en Riverside (UCR), el Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE) y el Instituto de Investigaciones en Materiales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) trabajan en conjunto en el desarrollo de una cerámica trasparente -compatible con tejido humano- la cual se podrá implantar para ofrecer tratamientos terapéuticos basados en el uso de la luz, los cuales pueden ser aplicados en casos de tumores, embolias y traumatismos cerebrales.