Un estudio aplicado en Holanda dio a conocer que las mamografías, técnica considerada como la principal herramienta para detectar el cáncer de mama en las mujeres, tal vez no sea tan efectiva como parece.
Si bien es cierto que médicos e instituciones de salud de todo el mundo recomiendan a las mujeres realizarse una mamografía al año o cada dos para detectar y tratar a tiempo el cáncer de mama, un estudio realizado por el Instituto de Salud Pública Global y por el Instituto Internacional de Investigación en Prevención, ambos en Francia, cuestionó la efectividad de la mamografía.
De acuerdo con los expertos, los resultados previos basados en investigaciones realizadas en Europa y Estados Unidos, señalan que la introducción de mamografías en el sistema de salud no se ha traducido en reducción significativa en las tasas de mortalidad por cáncer de mama.
Philippe Autier, autor principal del artículo publicado en el British Medical Journal, señala que los resultados provienen de un análisis de la incidencia de cáncer de mama en mujeres que se realizaron mamografías cada dos años desde 1989 hasta 2012.
Duro golpe para los defensores de la mamografía
El programa de detección de mamografías holandés parece tener poco impacto en la carga del cáncer de mama avanzado, lo que sugiere un efecto marginal sobre la mortalidad por cáncer de mama. Aproximadamente la mitad de los cánceres de mama detectados en la pantalla representarían un sobrediagnóstico.
De acuerdo con el artículo, los resultados sugieren que el programa de prevención basado en mamografía sería responsable tan sólo de 0 a 5 por ciento de la reducción observada en mortalidad por cáncer de mama en Holanda mientras otros factores, como los mejores tratamientos explicarían la reducción del 28 por ciento observada en el país europeo.
En palabras de Philippe Autier:
El programa de mamografías no sólo ha resultado poco útil sino que ha creado otro problema al provocar un sobrediagnóstico.
Añade que el 52 por ciento de los cánceres detectados en la pantalla de las mamografías entre mujeres holandesas serían falsos diagnósticos.