La enfermedad de Willis-Ekbom mejor conocida como Síndrome de las piernas inquietas(SPI) es un trastorno de origen neurológico, en el que se producen unas sensaciones molestas en las extremidades (principalmente las piernas) durante periodos de reposo, por ejemplo al permanecer sentado o acostado.
Estos dolores ocasionan necesidad de levantarse, caminar y moverse, ya que con el movimiento, las sensaciones desagradables se alivian o desaparecen, pero solo por un momento.
El trastorno que suele afectar la calidad del sueño aparece en un 2 por ciento de la población y perjudica tanto a hombres como a mujeres de cualquier edad.
Según cifras dadas por la Asociación Española de Síndrome de Piernas Inquietas (AESPI) el 90 por ciento de las personas que la padecen desconocen que tienen una enfermedad que aún no tiene cura.
Los tratamientos más comunes son los Agonistas dopaminérgicos, los cuales se utilizan para tratar la enfermedad de Parkinson en dosis más elevadas, los antiepilépticos, y los opioides.
Recientemente un estudio realizado por Xiang Gao, profesor asociado de ciencias nutricionales en la Universidad Estatal de Pensilvania dio a conocer que esta afección puede aumentar el riesgo de muertes relacionadas con el corazón, particularmente entre las mujeres mayores.
Gao y sus colegas examinaron datos sobre 57 mil 417 mujeres, que estaban disponibles en el Nurses Health Study, un estudio prospectivo de la salud de la mujer. Las mujeres que tenían 67 años, en promedio, y no tenían ningún cáncer , insuficiencia renal o enfermedades cerebrovasculares (ECV) al comienzo del estudio, fueron seguidas clínicamente por un período de 10 años.
Durante este período de seguimiento, se registraron 6 mil 448 muertes. El equipo aplicó el modelo de riesgos proporcionales de Cox para calcular el riesgo de muerte relacionada con el corazón mientras se ajustaba por edad, enfermedad crónica y otros factores que podrían influir en los resultados.
El análisis reveló que las mujeres que habían sido diagnosticadas con SPI tenían un mayor riesgo de mortalidad relacionada con ECV. Específicamente, durante el período de estudio de 10 años, las mujeres con SPI tenían alrededor del 43 por ciento más de probabilidades de morir a causa de un problema cardíaco que aquellas sin SPI.
Además, cuanto más tiempo tenían las mujeres con el síndrome mayor era su riesgo de muerte relacionada.